La enfermedad respiratoria bovina (ERB) es una de las principales patologías que afecta al ganado vacuno en todo el mundo, siendo en la cría intensiva de terneros donde mayor repercusión tiene. A las pérdidas económicas que conlleva la presentación de este proceso debidas a la disminución en el crecimiento de los animales afectados, a la mortalidad que genera y a los costes de tratamiento, deben sumarse otros inconvenientes de máxima importancia en el momento actual, como son el uso intensivo de antibióticos necesarios para su control y la grave afectación del bienestar animal.
Ana B. Fernández Ros y Cristina Baselga Julián. Exopol Autovacunas y Diagnóstico. Pol. Río Gállego D/14. 50840 San Mateo de Gállego, Zaragoza.
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La ERB abarca varios procesos respiratorios provocados por diversos patógenos que a menudo actúan de forma simultánea. Además, la aparición y gravedad del cuadro clínico depende de diversos factores condicionantes, como son la patogenicidad y virulencia de los agentes infecciosos implicados, el estado inmunitario de los animales y factores ambientales y de manejo. Es por todo ello por lo que debemos hablar siempre de un proceso multifactorial.
Los agentes patógenos infecciosos implicados en su etiología pueden ser víricos o bacterianos. Los virus más importantes son el virus sincitial respiratorio bovino (BRSV), virus parainfluenza 3 (PI3), virus de la diarrea vírica bovina (BVD) y Herpesvirus bovino tipo 1 causante de la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR). Actualmente, también el Coronavirus bovino (BoCV) se asocia cada vez más con este proceso (tabla 1).
Las bacterias más relevantes son Mannheimia haemolytica (M. haemolytica), Pasteurella multocida (P. multocida), Histophilus somni (H. somni) y Mycoplasma bovis (M. bovis). Algunos de estos patógenos bacterianos como M. haemolytica y P. multocida presentan además diversidad de serotipos. Las bacterias a menudo habitan como comensales en el tracto respiratorio superior y, debido a una infección vírica o a la aparición de otros factores predisponentes, pasan al parénquima pulmonar y actúan como patógenos provocando lesiones de bronconeumonía.