Manuel Fernández. Ingeniero Agrónomo
El uso del forraje en explotaciones de vacuno de leche
Manuel Fernández. Ingeniero Agrónomo
Este artículo se centra en explotaciones de vacuno lechero de la zona norte de España, principalmente en Asturias y Galicia. En los últimos años con la reestructuración del sector lácteo, paralelamente al descenso del número de explotaciones, se produjo un crecimiento en el tamaño de estas, con un aumento de la superficie agraria útil (SAU) y el número de animales por explotación, por lo tanto un aumento de la producción láctea.
Ala hora de hablar de la alimentación del vacuno de leche, tenemos que tener en cuenta las características específicas de su aparato digestivo, al pertenecer al grupo de los rumiantes. De estas características tenemos que resaltar el funcionamiento del rumen (panza), en esta parte del estomago es donde se produce la rumia (destrucción de partículas y producción de saliva).
Las principales funciones de la rumia las podemos resumir en las siguientes:
- La rumia reduce el tamaño de las partículas de la fibra y expone los azucares a la fermentación microbiana.
- Producción de saliva, entre 160-180 litros cuando la vaca rumia entre seis y ocho horas por día y menos de 30-50 litros cuando el rumen no está en pleno funcionamiento (poco forraje y mucho concentrado).
- Los amortiguadores en la saliva (bicarbonato y fósforo), neutralizan los ácidos producidos por fermentación microbiana, manteniendo una acidez neutra que favorece la digestión de la fibra y crecimiento de microbios en el rumen.
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