Las raciones que se emplean en el cebo intensivo de terneros incorporan un elevado porcentaje de cereales de rápida fermentación en el rumen, lo que puede provocar acidosis ruminal y, por tanto, una disminución de los rendimientos productivos a medio y largo plazo. Este problema puede ser especialmente importante durante el período de transición de los terneros a las dietas de cebo intensivo, ya que habitualmente estos animales se destetan de forma abrupta e inmediatamente entran a cebadero. Una transición gradual, o el reemplazo de los cereales por otros ingredientes, son estrategias nutricionales que pueden resultar en una mejor salud ruminal. En este sentido, la pulpa de remolacha contiene un alto nivel de fibra soluble y pectinas, y posee una alta capacidad tampón que puede ayudar a aliviar la acidificación del rumen. En este trabajo se muestran los efectos sobre los rendimientos productivos y la fermentación ruminal, a corto y largo plazo, de la inclusión de diferentes niveles de pulpa de remolacha durante el período de transición a dietas de engorde en terneros pasteros.
Yuste, S., Amanzougarene, Z., Fondevila, M. y de Vega, A. Departamento de Producción Animal y Ciencia de los Alimentos, Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), Universidad de Zaragoza-CITA, Miguel Servet 177, 50013 Zaragoza; (avega@unizar.es).
La forma de producción mayoritaria de carne de vacuno en España se basa en el cebo intensivo de terneros. Si nos limitamos a los animales de razas cárnicas, las crías suelen estar con sus madres en condiciones de pastoreo, mamando libremente, durante un periodo de 5-7 meses. Tras el destete, los terneros suelen verse sometidos a un cambio brusco de alimentación, pasando a recibir una ración de alta concentración energética basada en cereales. En condiciones de granja, el periodo de transición se suele alargar durante 14-21 días tras la llegada de los animales al cebadero, periodo durante el cual reciben un pienso de adaptación con alto contenido en granos de cereales que busca estimular el desarrollo de las papilas del rumen y la adaptación a la dieta de crecimiento (de Blas y col., 2008).
Los piensos de adaptación contienen elevadas cantidades de almidón rápidamente fermentable, lo que resulta en la rápida producción de grandes cantidades de ácidos grasos volátiles (AGV) y/o ácido láctico en el rumen, que contribuyen a incrementar el riesgo de acidosis aguda o subaguda (Nagaraja y Titgemeyer, 2007). La transición gradual (Bevans y col., 2005), el empleo de alimentos con un menor ritmo de fermentación del almidón, o la sustitución total o parcial de los cereales por subproductos con alto contenido energético, han sido propuestos como estrategias viables para reducir la incidencia de acidosis (González y col., 2012) durante este periodo, que puede afectar a la salud y productividad de los animales durante la totalidad del cebo (Brown y col., 2006).
El maíz presenta una fermentación ruminal más lenta que la cebada (Herrera-Saldana y col., 1990), aunque los estudios sobre el efecto de la sustitución de cebada por maíz sobre la fermentación ruminal han dado resultados inconsistentes (Khorasani y col., 2001; Gimeno y col., 2015). Por otra parte, la pulpa de remolacha (PR) es rica en fibra y en sustancias pécticas (25% de la materia seca; FEDNA, 2010), y su estructura química le confiere una gran capacidad tampón, que puede aliviar la sobre acidificación del rumen.
La fermentación de las pectinas, aunque es rápida y extensa, produce muy poco o nada de ácido láctico, y proporciona una relación acetato/ propionato superior a la del almidón (Van Soest y col., 1991), lo que favorecería una menor acidificación del contenido ruminal. Sin embargo, es muy poco lo que se conoce acerca del efecto de la sustitución parcial de cebada por maíz y PR en las dietas de adaptación al cebo en terneros de razas cárnicas, práctica que podría aumentar y estabilizar el pH ruminal durante el periodo de transición.
La hipótesis de partida de este trabajo fue, por tanto, que la sustitución parcial de cebada por maíz y PR puede atenuar la fermentación que tiene lugar en el rumen y, por tanto, reducir el riesgo de acidosis en terneros de razas cárnicas en transición de una dieta de leche/pasto a otra con altas proporciones de cereales. Las variables estudiadas fueron la ingestión, ganancia de peso diaria y fermentación ruminal, todas ellas relacionadas con el riesgo de acidosis.