Pedro J. Álvarez Nogal. Departamento de Producción Animal de la Universidad de León
Alimentación calostral e inmunocompetencia de las terneras lecheras
Pedro J. Álvarez Nogal. Departamento de Producción Animal de la Universidad de León
A pesar de que la importancia de la alimentación calostral de cara a la prevención de enfermedades en las terneras neonatas se conoce desde hace aproximadamente un siglo, lo cierto es que sigue faltando formación e información al respecto entre algunos ganaderos. Todavía persisten algunas prácticas erróneas a la hora de suministrar el calostro, comprometiendo el estado de salud y la viabilidad de las terneras en sus primeros días de vida al verse desvalidas de la inmunocompetencia que precisan. Al adiestramiento en el manejo de la alimentación calostral se dedica este trabajo.
La elevada tasa de reposición anual de los actuales rebaños lecheros (35% o, incluso, superiores) hace que reparemos todavía más en la trascendencia de la cría de terneras en cuanto futuras productoras de leche. Acostumbra a acotarse la cría al período que transcurre entre el nacimiento y el destete, con una duración aproximada de 60 días. Es una etapa clave en lo que al crecimiento se refiere, que condicionará no solo el posterior crecimiento y desarrollo de las terneras, sino también su futura vida productiva ya como novillas primíparas (Soberon y Van Amburg, 2013).
Se da por bueno el crecimiento durante la fase de cría cuando las terneras llegan al destete habiendo duplicado, más o menos, su peso vivo al nacimiento (Quigley et al., 1997). El principal obstáculo para ello, alimentación aparte, es de tipo sanitario, dada la alta incidencia por una parte de las diarreas infecciosas, en especial durante las dos primeras semanas de vida, y por otra de enfermedades respiratorias a partir del segundo mes, patologías ambas responsables en gran medida de las cifras de morbilidad, y también de mortalidad, que en ocasiones sobrepasan los valores mínimos deseables.