Manuel Fernández. Ingeniero Agrónomo.
La importancia de los cereales en la alimentación del vacuno de leche
Manuel Fernández. Ingeniero Agrónomo.
Hidratos de carbono (carbohidratos) en la ración
El aporte rápido de energía es muy necesario cuando el nivel de proteína degradable en la ración es alto, asegurando así un buen funcionamiento de la panza. En las vacas de leche destacamos la cebada (mejora el consumo de MS), y el maiz (mejora la producción), como los mejores carbohidratos solubles para conseguir este fenómeno. La utilización de alimentos ricos en azúcares y almidón (granos de cereales, tubérculos) favorece la producción de ácido propiónico en el rumen, el cual aumenta la producción lactea, diminuyendo la grasa (en exceso produce acidosis).
No debemos nunca tomar una única fuente de carbohidratos, pues originaría momentos de gran aporte de energía cuando se fuese degradando y momentos de carencia de la misma cuando estos hubiesen sido totalmente degradados, lo ideal es mezclar dos ó mas tipos de carbohidratos, con diferentes velocidades de degradación, para que se puedan complementar. En el caso de los cereales, las fuentes más utilizadas son las mezclas de maiz y cebada, siendo más degradable el almidón de la cebada que el de maiz y por lo tanto, sus velocidades de degradación se complementan.
Relación forrajes : concentrado
La fibra es esencial para el adecuando funcionamiento del rumen (rumia y flujo salivar), para llevar la fermentación hacia la producción de ácido acético, produciéndose menos leche con mayor contenido en grasa; para actuar como un importante elemento tampón para el rumen y para conseguir el máximo consumo de materia seca y de energía en la vaca.
Químicamente en los alimentos podemos obtener tres tipos de fibras: Fibra Bruta (FB), Fibra Acido-Detergente (FAD), y Fibra Neutro-Detergente (FND). Todas ellas tienen importancia en el racionamiento del vacuno de leche. Cuando mayor es el contenido en FAD de la ración, menos es la digestibilidad de la misma. El contenido en FND del alimento se correlaciona negativamente con el consumo de materia seca y positivamente con el tiempo de rumia y el volumen de la ración.
La fibra digestible es aportada principalmente por los forrajes jóvenes, pero también son ricos en fibra digestible los denominados “sustitutivos de forrajes”, como son la pulpa de remolacha, la pulpa de cítrico, semilla de algodón, salvado de trigo, etc. Al hablar de racionamiento en el Vacuno de Leche, es muy importante tener en cuenta la relación forraje/concentrado, debiéndose tener en cuenta unas normas, a la hora de calcular las cantidades a incluir de estos alimentos, para asegurar así la máxima producción del animal y la ausencia de patologías digestivas. (Cuadro 2).
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