La sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha realizado una nueva estimación que refleja una mejora del rendimiento sobre la última valoración de la producción realizada en julio pasado.
Cooperativas eleva la producción nacional de cereales hasta 18,3 millones de toneladas
Con la cosecha ya terminada prácticamente en todas las zonas productoras –queda por cosechar algo de maíz en Castilla y León–, la producción de cereales en España se ha revisado al alza respecto a julio en un 4,43%, alcanzando 18.271.238 toneladas.
De este volumen, un 80,82% del total y 14.766.992 t corresponde a la producción de cereales de invierno, con un incremento de casi un 6% más que en la estimación de julio por los mayores rendimientos productivos obtenidos.
Respecto de la producción de cereales de 2018, que superó los 24 Mt, la cosecha de este año es un 24,1% inferior. En este descenso, un 30,27% menos corresponde a trigo blando; otro 46,87% menos a trigo duro; un 19,76 % menos, a cebada, y un 6,71% menos, a maíz grano de primavera.
Durante la reunión del Consejo Sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias se realizó un análisis y una valoración tanto de la campaña de cereales en España en sí, como de los elementos fundamentales más importantes que afectan al mercado y de las perspectivas y posibles escenarios de la campaña 2019/2020.
Para ello se analizaron los mercados y balances mundiales, de la UE y España, así como los consumos en España. Como destacó el presidente de esta sectorial, Juan Carlos Bermejo, con una cosecha corta, como la actual, la ordenación de la comercialización de cereales en España es vital para abastecer el importante consumo que tenemos de estas materias primas. Nuestra industria de transformación, añadió, necesitará en la actual campaña 2019/20 algo más de 37 millones de toneladas.
El importante déficit del mercado nacional obliga al sector productor a concentrar su oferta en las cooperativas para garantizar una distribución local suficiente en volumen y en tiempo, con el fin de abastecer a lo largo de toda la campaña de nuestra industria de transformación, que es una de las más eficientes y dinámicas del mundo en el consumo de los cereales.
En general, por otro lado, las lluvias caídas recientemente favorecerán las siembras de cereales de invierno para la futura cosecha de 2020, que ya han comenzado en el norte de la Península.
En cuanto a la evolución de las misma, solo parece que habrá cambios a considerar en el girasol, aunque al ser un cultivo de primavera, su evolución es difícil de pronosticar en este momento.