BKT desaconseja el hidroinflado de los neumáticos
Los neumáticos de última generación garantizan prestaciones elevadas y específicas, y consecuentemente la vieja costumbre de lastrar la maquinaria agrícola llenando de líquido los neumáticos es algo que se aleja cada vez más de la realidad. De hecho, esta práctica pone en peligro la seguridad.
En las últimas dos décadas la agricultura ha dado saltos de gigante hacia adelante desde el punto de vista de la innovación, sobre todo a partir de la aparición de los procesos digitales. Pese a ello, en muchas ocasiones se tiende a perpetuar costumbres que actualmente están lejos de la realidad. Entre estas, existe una práctica que sugiere el hidroinflado de los neumáticos agrícolas como una solución eficaz para lastrar la maquinaria.
Actualmente, con la ayuda de BKT, queremos desmentir esta costumbre, ya que pertenece sin duda al pasado, sobre todo porque son algunos tipos de neumáticos los que pertenecen “al pasado” y que han sido sustituidos con productos sofisticados gracias a una tecnología innovadora.
¿Qué empuja a los agricultores a lastrar su maquinaria?
El pensamiento es que el peso del agua aporta a los neumáticos una mayor capacidad de tracción, una mayor adherencia y contribuye a prevenir el deslizamiento. Sin embargo, la práctica del hidroinflado puede comprometer la seguridad del trabajador.
Teniendo en cuenta que cada tractor se controla y se matricula con los neumáticos inflados únicamente con aire, se determinan los cálculos relativos a las fuerzas inerciales en la marcha y en la transmisión de las vibraciones, sobre todo en la carretera.
Si los neumáticos se llenan de agua –sobre todo en los tractores de alta potencia que pueden viajar a velocidades incluso superiores a los 50/60 km/h– se incumplen completamente todos los parámetros de seguridad relativos a la dinámica de marcha (como el cambio de carril, las curvas en subviraje y sobreviraje, etc.) y a la transmisión de las vibraciones, pudiendo causar serios problemas. Por lo tanto, estos efectos negativos sobre la dinámica de marcha y las vibraciones se repercuten en la maquinaria y en el trabajador.
A través de la investigación y la sensibilidad hacia el propio mercado de referencia, BKT, uno de los líderes mundiales en el sector de los neumáticos Off-Highway, desaconseja el hidroinflado, no solo porque esta técnica incide en la seguridad, sino también porque sencillamente, ya no se necesita.
En efecto, existe una nueva generación de neumáticos, que gracias a la innovación logra satisfacer completamente las exigencias de los trabajadores agrícolas, sin el riesgo de alterar la seguridad. Productos específicos para cada situación, terreno y objetivo, pensados para ofrecer la máxima tracción en todas las condiciones de trabajo.
Entre los neumáticos de nueva generación existen, por ejemplo, los VF con una altísima flexión que permiten a las máquinas agrícolas transportar cargas más pesadas con una reducida presión de inflado. Además, la tecnología VF ha sido concebida para ofrecer una mayor capacidad de tracción y prevenir el deslizamiento de los neumáticos.
Por lo tanto y con mayor razón, lastrar los neumáticos con agua es una práctica desaconsejada para estos productos. En efecto, si se llenan de agua son mucho más rígidos y todas las prestaciones resultarán comprometidas. La flotación, característica específica de los neumáticos VF, ya no será posible y se pierde en consecuencia la principal ventaja de empleo de estos productos.
La agricultura tiene 10.000 años, el hidroinflado muchos menos, pero ha llegado el momento de recordarlo solo en los libros; el futuro del trabajo agrícola, incluso gracias a empresas como BKT, será mucho más sencillo de lo que imaginamos.