Desde la aprobación del nuevo Reglamento Europeo 2019/1009, en junio del año pasado, se establecen diferentes regulaciones y una gran novedad radica en que por fin se delimitan dos figuras cuya frontera no siempre estaba clara: los fertilizantes y los fitosanitarios.
Los bioestimulantes, la nueva revolución de la fertilización
Victorino Martínez. Presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutricionales (AEFA).
Se estima que tres años después, entrará en vigor el grueso del Reglamento, siendo efectivo en julio de 2022, momento en el que los primeros productos con el nuevo marcado CE se pondrán en el mercado. Hasta ese momento, los productos comerciales de bioestimulantes tendrán que pasar por un proceso de evaluación de la conformidad por parte de las entidades acreditadas, que garantizará el cumplimiento de todos los requisitos previstos en la norma.
Desde los orígenes del hombre al descubrir que la tierra podía ser una alternativa para su alimentación y por tanto su existencia, se practicó una agricultura nómada, en busca de tierras más fértiles y con mejores rendimientos, una práctica con la que demostraron que los suelos estaban llenos de vida, microorganismos, hongos y bacterias, que provocaban la biofertilización para las plantas que allí se cultivaban.
Por tanto, no es una técnica nueva, ha existido siempre. Lo que nos diferencia en la actualidad y desde hace 70-80 años atrás es el avance en la investigación. Ahora sabemos un poco más sobre cómo actúan estos microorganismos y cómo podemos incrementar su manejo para una mejora del suelo fértil.