Cecosa Semillas se abre camino hacia el cereal del futuro con sus variedades híbridas
Cecosa Semillas es una empresa joven que ha sido capaz de implantar cultivos de mayor valor añadido que aumentan la rentabilidad de los agricultores, como el centeno y la cebada híbrida. Su apuesta por la tecnología e investigación le ha hecho posicionarse en los primeros puestos del sector, sus semillas son únicas y su crecimiento exponencial. Para profundizar más en estos híbridos, hemos hablado con cinco agricultores que llevan años cultivándolos y nos han dado las claves de su cultivo y de su potencial.
Parecía una locura, hace 22 años, cuando se introdujo en España el primer híbrido de centeno. En ese momento en España no hacía más que descender la superficie de este cereal y en 1999 sólo había 121.000 ha. Pero, la innovación que suponía la introducción del primer cereal híbrido (a excepción del maíz, claro), motivó a una empresa de semillas a nadar a contracorriente para convencer al agricultor de que una nueva forma de sembrar y cultivar centeno había llegado. Como toda innovación, lleva su tiempo de adaptación, y difundir ese conocimiento no es tarea fácil ni rápida. Esta labor realizada por Cecosa Semillas ha conseguido que, en zonas de suelos pobres donde por las características del suelo no era viable sembrar cereal alguno, pueda cultivarse centeno híbrido, aportando beneficio a la explotación.
La experiencia adquirida esos años es la que ha impulsado a esta empresa a introducir, desde hace pocos años, variedades de cebada híbrida. La presencia del personal de esta empresa de semillas a las parcelas de cultivo a lo largo y ancho de España, hace posible recopilar información suficiente y necesaria para ir mejorando las técnicas, no sólo de siembra sino también fitosanitarias, para llegar al momento de la cosecha con el mejor resultado posible.
Los problemas ocasionados por insectos son cada vez más extensos en el cereal de nuestro país, favorecidos por las condiciones de temperaturas medias más altas, y su falta de control provocan daños serios en los cultivos que terminan ocasionando disminuciones del rendimiento no esperadas. Esto se acrecienta cuando el año registra una pluviometría normal.
Debido a la complejidad, cada vez mayor, que supone mantener el cultivo sano de principio a fin, Cecosa Semillas siempre está en búsqueda constante de aquellos productos fitosanitarios que, aplicados a la semilla, aporten comodidad y sobre todo eficacia para lograr combatir los daños que ocasionan los insectos principalmente y las posteriores enfermedades a las que dan lugar.
Ejemplo de agricultores que han apostado por los híbridos de cebada o centeno y que llevan más o menos tiempo haciéndolo son los que a continuación detallamos.
Manuel Yagüe
Manuel Yagüe es el gerente de la empresa de distribución de semillas y fitosanitarios Yagüe Agrícola, en la localidad de Cella (Teruel). Desde hace ocho años comercializan el centeno híbrido de Cecosa Semillas, en concreto la variedad Cossani, la cual actualmente se cultiva en la totalidad de los campos. El centeno híbrido es muy aceptado en esta zona y se cultiva en la gran mayoría de las parcelas, quedando ya el centeno convencional para pequeñas parcelas de ganaderos que suponen una superficie pequeña. La razón es que se adapta muy bien a estos suelos, en general más bien ligeros, y además consigue unos niveles de sanidad elevados gracias a su mayor rusticidad. La mayor ventaja competitiva de este cultivo aparece en los años menos lluviosos, en los que consigue incluso doblar la producción del centeno convencional.
En años de climatología buena, como han sido en esta zona los tres últimos, se puede llegar a 5.000 kg/ha, sembrando tan solo entre 45 y 50 kg/ha de semilla. El abonado suele estar basado en dos aplicaciones, una en fondo de un complejo 12/24/12 a 250 kg/ha y otra en cobertera con urea o nitrato con azufre a razón de 80-100 kg/ha. En cuanto a las malas hierbas, al tener más zona libre el cultivo en las primeras etapas por la menor densidad de siembra, se adelanta la aplicación de herbicida alrededor de 20 días, actualmente se trata para el control de la hierba el 100% de los campos.
En cuanto a la cebada híbrida, comercializan las variedades Hook y Pedraforca. Han empezado hace cuatro años con este cultivo y en esta campaña han duplicado las ventas. Es una cebada de seis carreras, que se siembra a razón de 60 kg/ha y está tratada con Sistiva, un fungicida de primer orden que consigue que el cultivo crezca sin problemas hasta hoja bandera. Sin embargo, Manuel opina que las semillas de cereal en general deberían estar tratadas también con un insecticida, dado que cada día es más frecuente la necesidad de realizar tratamientos para plagas en estos cultivos. En cuanto a la producción de estas cebadas híbridas, la mayor diferencia con respecto a las convencionales se da sobre todo en años de menor pluviometría. Por último, Manuel comenta que la relación con Cecosa Semillas, “es muy positiva, son gente muy profesional y aprovechamos al máximo todos sus conocimientos a pie de campo, saben de lo que hablan y te enseñan”.
Alberto Ropero
Alberto Ropero Villa reside en Guadalajara (Fuentelencina) y es agricultor y colaborador de Cecosa Semillas desde hace cinco o seis años y se encarga de ensayar sus semillas en esta zona. Como agricultor gestiona 230 hectáreas de secano que dedica a cereales de invierno y colza. En estas parcelas siembra cebada híbrida de la variedad Pedraforca con 60 kg/ha de semilla desde hace dos años y tiene una larga trayectoria con el cultivo de la cebada convencional, la cual no ha dejado de sembrar.
“El año pasado hubo mucha diferencia, la convencional consiguió llegar a 4.000 kg/ha y la híbrida produjo alrededor de 1.000 kg/ha más que la convencional. Este año ha sido muy raro para las cebadas y la diferencia ha sido menor”, comenta Alberto. Sus cultivos vegetan sobre suelos calizos y el abonado lo divide en dos fases, con una primera aplicación a final de enero de 280 kg/ha de un abono de aplicación única y una cobertera en marzo con otros 200 kg/ha de un abono nitrogenado con azufre, aunque se ha dado cuenta de que en la cebada híbrida tiene que adelantar la primera aplicación de abono a la sementera porque al tener que ahijar mucho, necesita los nutrientes antes. Su relación con Cecosa Semillas es muy buena, «asesoran al agricultor con un conocimiento y una experiencia elevada y tienen una trayectoria muy sólida en este sector».
Javier Díaz
Javier Díaz y su hermano Pedro Ángel son agricultores de profesión, al igual que lo era su padre, y tienen varias fincas en la provincia de Zamora: una de regadío en Madridanos, hace siete años compraron una dehesa de 300 ha de labor en Villanueva del Puente y además por herencia de su padre tienen otra finca en Valcabado del Pan, esta última con suelos muy fértiles en los que han conseguido en secano medias de 6.000 kg/ha de cebada híbrida Pedraforca este año.
En la finca de la dehesa, de suelos más ligeros, empezaron a sembrar cebada híbrida de la variedad Pedraforca en 2018, a una dosis de semilla de 60 kg/ha aportando un abonado de fondo con un complejo 8/15/15 a 200 kg/ha y una cobertera con 150 kg/ha de un abono nitrogenado. Además siempre hacen los tratamientos necesarios de herbicidas para hoja ancha y estrecha. Este año no ha sido bueno en esta zona para las cebadas en general, ya que en mayo no ha llovido nada, así que el cultivo ha tenido que granar con las lluvias de abril, obteniendo una media en secano de 3.000 kg/ha.
A nivel de plagas y enfermedades, solo han tenido que hacer un tratamiento insecticida, dado que no presenta problemas de hongos gracias al tratamiento que se hace en la semilla que resulta muy eficaz y a que la cebaba híbrida presenta mayor resistencia a las enfermedades que la convencional. “La diferencia de producción se nota y además tiene otra ventaja, se puede sembrar antes, cuestión que en estas zonas de lluvias tempranas es muy importante para acabar la sementera a tiempo”, comenta Javier.
Roberto Sáez
Roberto Sáez Holgado es un agricultor que cultiva 75 hectáreas de secano en Cabizuela (Ávila), y completa su labor haciendo trabajos a terceros con su maquinaria. Es un convencido del cultivo de centeno y cebada híbrida desde que Cecosa Semillas empezó a comercializarlo hace ya 20 años. Cecosa Semillas es una empresa en la que confía, son muy profesionales, conocen bien sus cultivos y todos los años van a visitar las parcelas en primavera y le ayudan a tomar decisiones de cultivo.
En sus tierras siempre cultiva estos híbridos, «se adaptan muy bien a nuestros suelos ligeros y a la baja pluviometría y tiene un crecimiento radicular mayor que permite explorar más superficie de terreno y facilitar a las plantas los nutrientes y el agua necesarios para su crecimiento». También la sanidad del cultivo es mayor debido a su mayor rusticidad. Los resultados que obtiene son muy buenos, tanto en años secos, en los que consigue medias de 2.500 kg/ha (frente a los 1.800 kg/ha de las cebadas convencionales), como en años húmedos, siendo la media de 2020 y 2021 de 3.800 kg/ha. Todo esto lo consigue con la siembra en octubre de sólo 50 kg/ha de semilla de la variedad de centeno híbrido Cossani, un abonado de fondo de 300 kg/ha de 8/15/15 y de cobertera variable, de entre 140 kg/ha de un nitrogenado al 27% en años húmedos y de 90 kg/ha en años secos.
Cuando finaliza la siembra del centeno híbrido, comienza con la cebada híbrida, la cual lleva cultivando tres años. En este caso, la variedad elegida es Pedraforca y aunque dice que se inició en este cultivo por la obligatoriedad de la PAC de tener mínimo tres cultivos, ahora se alegra de su elección. El primer año que la sembró fue en 2019, un año sequísimo en la zona, registrando las cebadas convencionales rendimientos de 1.000 kg/ha y llegando su cebada híbrida a 2.400 kg/ha. Estos dos últimos años también ha ido muy bien el cultivo, pero la producción se ha igualado más con las convencionales debido a que han sido dos años de elevada pluviometría. Sin embargo, Roberto lo tiene claro: “yo no me la juego, porque lo normal es que los años sean secos, y en estas condiciones el híbrido se comporta mucho mejor. También es mucho más resistente a los hongos”.
Jaime Marín
Jaime Marín es agricultor de segunda ocupación. Lleva en el negocio de la agricultura unos siete años, desde que heredó unas tierras de su padre y quiso continuar con la labor que él había empezado. Sus parcelas están en San Vicente del Palacio (Valladolid) y ocupan un total de 61 hectáreas en secano y regadío. La cebada híbrida la cultiva en el secano, aunque hace unos años sembraban centeno híbrido, ahora siembran sólo cebada híbrida de la variedad Pedraforca a 60 kg/ha.
Según Jaime, “esta cebada tiene mucho vigor desde que nace, es muy rústica, se adapta muy bien a la sequía y además es más resistente a hongos, así que son todo ventajas”. En la cebada convencional no solían aplicar abonado de fondo pero ahora, con la cebada híbrida, es imprescindible. “Hemos visto que la nascencia es más homogénea y sale del invierno con mucho más vigor y una raíz más potente al incorporar en sementera de 200 a 300 kg/ha de 8/15/15. En cobertera normalmente aplicamos nitrosulfato a la salida del invierno, finales de enero, con solo 90 kg/ha (antes a la convencional llegábamos hasta los 300 kg/ha)”.
El primer año sólo sembraron seis hectáreas y en el resto de la parcela continuaron con la cebada convencional. Fue un año muy seco y el rendimiento medio de la parcela de cebada híbrida fue de 3.300 kg/ha, reduciéndose hasta los 1.100 kg/ha el de la convencional. En años normales no es tanta la diferencia, pero sí han duplicado la producción, alcanzando este año los 4.500 kg/ha y llegando a 5.000 kg/ha el año pasado, ambos de precipitación más elevada.
“Siempre vamos por encima de la media, de hecho, cultivando la mitad de tierra que cultivaba mi padre, la producción total es mayor. Como dato a tener en cuenta, el año pasado hubo una parte de la parcela de 1,5 ha que obtuvo una media de 7.500 kg/ha. En secano eso es impensable con una cebada convencional. De una sola planta hemos llegado a contar 22 espigas, pero es muy importante cosecharla en cuanto esté madura, ya que corre el riesgo de partirse la espiga y caer al suelo en días de viento. Otra recomendación es la aplicación de insecticida dos veces, la primera cuando la temperatura del suelo es aproximadamente de 15ºC y otra después en pleno espigado, para evitar problemas de nefasia o tronchaespigas”, concluye Jaime.