Los daños que provoca Drosophila suzukii pueden manifestarse en el campo o durante la fase de comercialización, siendo una plaga que puede limitar dos etapas diferentes del cultivo. Como el ataque se produce en el interior del fruto, a simple vista sólo es evidente cuando está acabando o ya ha finalizado la fase larvaria. Ningún método de control es suficiente por sí solo, por lo que deberán sumarse eficacias de las diferentes técnicas empleadas para poder convivir con esta plaga. Además, la divulgación es imprescindible para su detección precoz y generalizada, porque sus síntomas no siempre son específicos.
Comportamiento de Drosophila suzukii en cerezo en Extremadura
M. T. García1, J. Flores2, J. A. Pérez1, S. A. Robles2, O. Sánchez1, A. Rama3, B. Roncero3, L. Carrasco2, A. M. Puertas3, J. R. Mérida4, A. D. Madruga4, J. A. Caldoria4, M. Pérez4, V. M. Díaz4, C. A. Zarza4, J. I. Iglesias4, C. Mahillo4, J. M. Fagúndez4, M. C. López4 y D. Amador4. 1 Servicio de Sanidad Vegetal, Junta de Extremadura. 2 Gpex, Gestión Pública de Extremadura. 3 Servicio Agrario de Información y Gestión Comarcal, Junta de Extremadura. 4 Técnicos de cooperativas.
Desde su detección en Extremadura en 2012, las capturas de Drosophila suzukii se han incrementado notablemente. El seguimiento del vuelo no alertó del inicio del ataque. Para fijar el momento óptimo de los tratamientos debe valorarse la presencia de puestas. Como métodos de evaluación se recomiendan: la observación de síntomas en hueveras para conocer cómo evolucionan y la extracción de adultos en embudos para cuantificar el ataque. Su control sólo será efectivo sumando eficacias de diferentes técnicas de control, siendo la profilaxis fundamental.
Sus adultos son parecidos a los de la mosca del vinagre (3-4 mm). Los machos se distinguen por presentar manchas negras en sus alas y unos característicos peines tarsales en sus patas delanteras. Este último detalle es el que permite el reconocimiento de los machos jóvenes, en los que aún no suelen ser evidentes las manchas. Las hembras se distinguen por sus bandas dorsales continuas y su potente ovipositor aserrado.