Las medidas principales del control integrado o como es actualmente normativo en la UE, la gestión integrada de plagas, se agrupan en tres bloques o tipos de estrategia: las que se basan en operaciones sobre el cultivo o que inciden en el objetivo de escape a la enfermedad, las que se basan en el uso de la diferente capacidad de resistencia de las variedades a la enfermedad, y en tercer y último lugar, cuando las anteriores no son suficientes, las medidas que utilizarán las aplicaciones fungicidas para controlar la enfermedad.
Control integrado de la septoriosis del trigo
Jaume Almacellas Gort (1) y Antoni López Querol (2).
1. Servicio de Sanidad Vegetal DAAM. Generalitat de Cataluña.
2. Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
Existen diversas operaciones de cultivo que pueden reducir la incidencia y la intensidad de la septoriosis en trigo. Hemos destacado a lo largo del artículo que las medidas orientadas a la reducción de las fuentes de inóculo serán importantes para evitar el desarrollo de la enfermedad con caracteres de severidad. Por ello, estas medidas constituyen el apoyo principal al control.
Las rotaciones de cultivo, interrumpiendo el ciclo de la enfermedad al inducir la no disposición de tejido susceptible, son medidas representativas del escape del cultivo a esta patología. No existe una posición clara sobre cuantos años se debe dejar de cultivar trigo para evitar de nuevo daños importantes después de epidemias severas, si bien al menos uno o mejor dos años de ausencia del cultivo son recomendables. Existen incluso recomendaciones de hasta tres años sin presencia de trigo.
El barbecho, cuando lo permita el sistema de manejo del suelo empleado, puede ser también una opción válida ya que interrumpe el ciclo del hongo y de la enfermedad. En las rotaciones, trigo y triticale no se consideraran cultivos diferentes puesto que pueden ser huéspedes de la misma especie patógena, y a poder ser, tampoco se deben incluir otras gramíneas.