Actualmente la tendencia en las explotaciones frutícolas es la de ir paulatina pero constantemente hacia un uso integrado de los medios de producción de fruta, siendo el control de malas hierbas un aspecto de gran importancia por estar siempre presente y por su clara relación con la defensa contra plagas, enfermedades y heladas, así como con un adecuado mantenimiento del suelo, con las consiguientes relaciones con la fertilización, el riego y la conservación del mismo frente a la erosión.
Control integrado de malas hierbas en frutales de pepita
A. Taberner1, 2, J. M. Montull2 y J. M. Llenes1. 1Servicio de Sanidad Vegetal. 2Grupo de investigación en Malherbología y Ecología Vegetal. ETSEA. Agrotecnio. Lleida.
El mantenimiento de la cubierta vegetal del suelo en el cultivo de frutales productores de fruta dulce deriva de la influencia que la competencia de la misma ejerce en el desarrollo de los árboles, en la producción, en la calidad de dicha producción, sobre todo en el calibre del fruto, en la economía del régimen hídrico y en el equilibrio de los elementos nutritivos. La importancia queda demostrada de forma todavía más patente en el caso de tratarse de plantaciones jóvenes y de viveros.
Es conocido también el efecto que el mantenimiento del suelo puede tener sobre la clorosis férrica de los árboles frutales, ya que debe verse relacionado con las causas que la producen y que, en algunos casos, están directamente influidas por el tipo de suelo sobre el que se desarrolla la plantación.
Por otra parte, plagas claramente influidas por la vegetación más cercana a la base de los árboles son las de los roedores y los caracoles, que en algunas fincas justifican el control de las malas hierbas en la zona de goteo de los árboles.