La producción integrada es un concepto de agricultura sostenible desarrollado a finales de los 70 por la OILB. El concepto se basa en la obtención de productos agrícolas mediante la utilización de los recursos naturales y de mecanismos de regulación de dichos recursos que reemplacen las intervenciones o acciones potencialmente contaminantes. En las plantaciones de frutales, la permanencia del cultivo en el tiempo y espacio permite plantear estrategias a largo plazo como pueden ser los programas de control biológico por conservación.
Control integrado de plagas en frutales de pepita y hueso
Dolors Bosch Serra (1); L. Adriana Escudero Colomar (2). IRTA. Protección Vegetal Sostenible.
1 IRTA Lleida. 2 IRTA Mas Badia, La Tallada d’Empordà, Girona.
Las prioridades de la producción integrada son las medidas agronómicas de prevención, ya que no es posible reparar los daños una vez han sido realizados, y los métodos biológicos, químicos o físicos han de ser cuidadosamente seleccionados teniendo en cuenta la protección de la salud tanto de las personas (productores y consumidores) así como del medio ambiente. Así pues, la correcta planificación de la explotación es la primera premisa.
En las plantaciones de frutales, la permanencia del cultivo en el tiempo y espacio permite plantear estrategias a largo plazo como pueden ser los programas de control biológico por conservación. El tipo de plantación que se establezca determinará las características del agroecosistema de la finca y se ha de tener en cuenta que en algunos casos serán factores que no se podrán cambiar una vez establecidos, como por ejemplo la variedad, el marco de plantación, el sistema de formación y de riego, etc.
Otras prioridades también consideradas como técnicas de prevención incluyen la óptima utilización de los recursos, como puede ser el tiempo invertido en unas correctas prácticas culturales, el agua o el abonado; la eliminación y/o corrección de las técnicas con un impacto negativo en el agroecosistema, como por ejemplo la excesiva fertilización; y la protección y aumento de los organismos antagonistas a las plagas, mediante acciones específicas como una correcta poda y el manejo de márgenes y cubiertas vegetales.