La resistencia de carpocapsa a insecticidas es un fenómeno muy extendido en la mayoría de las zonas de producción de manzanas. El objetivo de este trabajo fue realizar ensayos de eficacia con distintos productos insecticidas y detectar si existía resistencia cruzada entre éstos y los organofosforados o los piretroides, resistencia que se ha dado en otros países.
Eficacia de nuevos insecticidas químicos en poblaciones de carpocapsa
D.Bosch. Departament de Protecció Vegetal Sostenible. IRTA de Lleida. Campus Universitat de Lleida – Agrònoms.
Desde la década de los noventa, una vez conseguido el control biológico de la araña roja, Panonychus ulmi (Koch) (Acari: Tetranychidae), mediante ácaros fitoseidos, carpocapsa, Cydia pomonella (L.) (Lepidoptera: Tortricidae), pasó a ser la principal plaga del cultivo del manzano. Su control ha sido mediante el uso de insecticidas, principalmente organofosforados (OPs). En este momento, la combinación del uso de confusión sexual junto con la aplicación de insecticidas en los momentos necesarios es la estrategia predominante, a pesar de ser una estrategia compleja en determinadas situaciones, con cultivos mezclados y fincas de poca extensión o formas irregulares y alargadas.
La resistencia de carpocapsa a insecticidas es un fenómeno muy extendido en la mayoría de las zonas de producción de manzanas. Las poblaciones de la zona productiva del Valle del Ebro (Cataluña y Aragón), muestreadas en los años 2003 hasta el 2007 presentaron con frecuencia resistencia a los OPs, principalmente al metil-azinfos (Rodríguez et al., 2010, 2011).
Cuando este producto fue prohibido, etil-clorpirifos, otro OP, pasó a ser el insecticida más usado en el control de esta plaga junto con los piretroides que, a pesar de la resistencia, han vuelto a tomar importancia debido a las restricciones en el número de materias activas detectadas en el momento de la comercialización, a los bajos precios de la fruta en los últimos años y al intento de los productores de abaratar costes utilizando productos genéricos de materias activas tradicionalmente usadas en el control de plagas. Sin embargo, estos productos son poco selectivos, muy tóxicos para los mamíferos y producen una elevada contaminación ambiental.