Este trabajo presenta la evolución y la adecuación de un cultivo de interés creciente por sus numerosos beneficios para la salud y su elevada rentabilidad al territorio de la Comunidad de Madrid. El análisis de los datos climáticos de los últimos 20 años ha permitido elaborar un mapa de idoneidad climática, herramienta que supone una primera aproximación teórica que sirve de guía para evaluar las posibilidades del cultivo en la Comunidad de Madrid.
El cultivo del pistacho en la Comunidad de Madrid
P. Garcia-Estringana1, E. Fernández-Suela1, A. Bonilla Rodríguez2, N. Ramírez-Martín3, F. Serrano4, C. Rubio1, J. Alegre1. 1 Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid. 2 Parques Regionales de la Comunidad de Madrid. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid. 3 Delegación de Agricultura de Arganda del Rey. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid. 4 Coordinadora del Grupo Operativo Potencial Veramadrid.
La demanda mundial de frutos secos crece en los últimos años a un ritmo cercano al 4% anual, muy por encima del crecimiento de la población. Este fenómeno se debe al incremento en el número de consumidores en las regiones con economías en desarrollo, fundamentalmente China, la India, Europa del Este y Oriente Medio, pero también a un incremento generalizado del consumo que tiene su origen en cambios en los hábitos alimenticios y a una conciencia creciente de que el consumo de frutos secos es beneficioso para la salud.
El mercado mundial del pistacho crece a un ritmo superior al de otros frutos secos. En sólo una década el consumo de pistachos se incrementó cerca del 50%, pasando de 369.000 toneladas en 2006 a 547.000 toneladas en 2015. Se estima que su demanda crece a un ritmo anual del 5,7%, siendo un alimento con múltiples beneficios para la salud.
En 2015 una prestigiosa revista de nutrición, vinculada a la Universidad de Cambridge, publicó una revisión sobre los atributos nutritivos del pistacho y su valor para la salud humana. Los estudios epidemiológicos y clínicos sugieren que el consumo de pistachos tiene un impacto beneficioso sobre la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, los procesos inflamatorios y en consecuencia reduce la mortalidad.
El pistacho tiene un perfil de ácidos grasos saludable y contiene varios compuestos beneficiosos para la salud, que le dan propiedades antioxidantes y antinflamatorias. En comparación con otros frutos secos el pistacho es menos calórico y su contenido en potasio es el más elevado.
La situación del mercado internacional ha permitido que el precio percibido por los agricultores por sus pistachos creciese de forma sostenida en los últimos años. En la pasada campaña el pistacho abierto de cultivo convencional se pagó en España en torno a 7,4 €/kg y el pistacho abierto de cultivo ecológico en torno a 9,3 €/kg.
En definitiva, y por diversos motivos entre los que destacan los que hemos expuesto, el pistachero se ha convertido en un cultivo muy atractivo. Sin embargo, no es un cultivo que pueda popularizarse en muchas regiones porque sus exigencias ambientales restringen su producción rentable a zonas limitadas. Entre esas zonas aptas para el cultivo se encuentra una parte del interior de la Península Ibérica que incluye el territorio de la Comunidad de Madrid.