De cara a la última edición de Demoagro, celebrada del 27 al 29 de mayo en la finca La Ventosilla, Gumiel de Mercado (Burgos) ha surgido la posibilidad de hacer una pequeña recensión de las novedades e innovaciones en mecanización. Demoagro nos ha sorprendido esta vez con una visión centrada en las labores y no en las máquinas, un concepto interesante pues desplaza el foco de los medios de producción hacia el fin.
El futuro de la mecanización a corto plazo, visiones para Demoagro
Pilar Barreiro. Catedrática de Universidad. LPF_TAGRALIA. CEI-UPM.
Comencemos con el ámbito del suelo agrícola. Quizás el concepto más interesante que ha surgido en los últimos años (desde 1990) es el CTF, que podría traducirse por gestión de tráfico controlado. Propone como solución a la cada vez más acuciante compactación del suelo, fruto fundamentalmente del tráfico de maquinaria pesada, la demarcación y utilización de unos carriles fijos para el tránsito de vehículos. La idea es sencilla, mantener la mayor parte del terreno sin pisar (85%) y emplear el aumento de productividad (kg/ha) para paliar sin problemas la ausencia o disminución de producción en los carriles de paso. Requiere gestionar grandes extensiones (cientos de hectáreas) y grandes parcelas aunque también se emplea en países como Dinamarca donde la distribución del territorio no se ajusta a semejante limitación.
La tecnología necesaria para este nuevo concepto es escueta: un sistema de guiado RTK (error centimétrico), y un análisis de los anchos útiles de trabajo (distancia entre pasadas consecutivas), y de vía, que en muchos casos determina el empleo de suplementos a los semiejes y una reducción del ancho de los neumáticos (huellas pequeña, muy firme que aumente la traficabilidad y el agarre a potencias de tractor ajustadas). El coste asociado (sin contar el autoguiado) oscila entre 1.000 y 5.000 euros según estudios australianos (Kingwell & Fuchsbichler, 2011).