En este artículo se presentan los principales resultados obtenidos en términos de producción, gasto de combustible, beneficio económico y de respuesta del suelo desde la campaña 2018 a la campaña 2022 en un ensayo que combinaba diferentes técnicas de laboreo (siembra directa, laboreo mínimo y laboreo convencional) con una rotación de cultivos de cebada, yeros y girasol.
Álvaro Sánchez Virosta1, María Cristina Alcántara Ramírez2, Miguel Ángel Escolano Tercero2 y Juan Miguel Plaza Brazal2. 1 Sección de Teledetección y SIG. Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha (Albacete). 2 Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha. CIAF de Albaladejito (Cuenca).
Álvaro Sánchez Virosta1, María Cristina Alcántara Ramírez2, Miguel Ángel Escolano Tercero2 y Juan Miguel Plaza Brazal2. 1 Sección de Teledetección y SIG. Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha (Albacete). 2 Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha. CIAF de Albaladejito (Cuenca).
A lo largo del tiempo, los sistemas de laboreo y el manejo de cultivo han evolucionado para adaptarse a las características del suelo, el clima y los cultivos, así como a los avances tecnológicos. En los últimos años, está cobrando especial relevancia la conservación de los suelos, que son el principal sustento de la agricultura. En este sentido, están apareciendo cada vez más alternativas al laboreo tradicional.
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