El maíz es el segundo cereal a escala mundial en términos de producción total de alimentos. El desarrollo de cultivares mejorados y los híbridos han originado un incremento significativo del rendimiento de grano en las últimas décadas, aunque la producción de maíz se enfrenta todavía a muchos problemas. Entre ellos, las malas hierbas causan pérdidas de rendimiento en todo el mundo estimadas en el 12,8% en campos donde se practican medidas de control y del 29,2% en campos sin medidas de control de malas hierbas.
Estrategias de manejo de malas hierbas en el cultivo del maíz
José Dorado y César Fernández-Quintanilla. Instituto de Ciencias Agrarias, CSIC, Madrid.
Existen varias especies arvenses, tanto de hoja ancha como de hoja estrecha, que pueden causar problemas en los campos de maíz, debidos fundamentalmente a la competencia por los recursos disponibles. Las malas hierbas habituales en el cultivo de maíz suelen presentar una serie de características biológicas que les hacen ser especialmente perjudiciales (Dorado y Fernández-Quintanilla 2010).
Por ejemplo, muchas de ellas poseen un metabolismo C4 característico de ciertas especies originarias de climas cálidos. Tal es el caso de los géneros pertenecientes a la subfamilia panicoideas (gramíneas) Sorghum, Digitaria, Echinochloa, Panicum, Setaria y Cynodon, así como de otros géneros tan frecuentes en maíz como son Cyperus, Amaranthus y Portulaca.