Entre las diversas tareas agrícolas, la siembra es una de las más decisivas de cara a la cosecha final. Durante muchos siglos, los agricultores que vivían en un mundo de autosuficiencia depositaban las semillas en el terreno con la esperanza de obtener una buena cosecha pocos meses después. Ahora la agricultura está más controlada y se dispone de medios para favorecer las cosechas a poco que la naturaleza aporte algo de su parte, y las esperanzas se ponen más en el buen funcionamiento de las máquinas que en los favores de la meteorología.
Evolución e innovaciones en las sembradoras a chorrillo y monograno
Jacinto Gil Sierra. Dr. Ingeniero Agrónomo.
La enorme gama de cultivos de siembra anual tiene necesidades muy diversas de cómo deben quedar colocadas y distribuidas las semillas en el terreno para favorecer la germinación y emergencia de las plantitas. Por ello, las sembradoras permiten regulaciones para adaptarlas a las condiciones deseadas. No obstante, no hay máquinas capaces de adaptarse a todos los métodos de siembra, por lo que hay dos tipos fundamentales de sembradoras, llamadas a chorrillo y monograno según el modo en que las semillas quedan distribuidas a lo largo de las líneas.
Las sembradoras a chorrillo depositan en el terreno un reguero casi continuo de semillas a lo largo de cada línea de siembra, sin que haya una distancia uniforme entre cada dos semillas consecutivas. Las sembradoras monograno depositan las semillas de una en una a distancias precisas y constantes cada una de la siguiente.