Durante los últimos años se vienen desarrollando diferentes trabajos con el objetivo de integrar nuevas tecnologías en el control de las malas hierbas del maíz que nos permitan mantener los rendimientos con una menor cantidad de insumos, haciendo que su producción sea más eficiente y sostenible. En este artículo se detallan algunos de los avances surgidos de dichos trabajos.
J.M. Montull1, J.M. Llenes2, J.A. Martínez-Casasnovas3, A. Escolà3. 1 Grupo de Investigación en Malherbología y Ecologia Vegetal. Agrotecnio-CERCA Center Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria Universitat de Lleida, Lleida. 2 Unitat de Malherbologia del Servei de Sanitat Vegetal, DARP, Generalitat de Catalunya, Lleida. 3 Grupo de Investigación en AgróTICa y Agricultura de Precisión. Agrotecnio-CERCA Center Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria Universitat de Lleida, Lleida.
J.M. Montull1, J.M. Llenes2, J.A. Martínez-Casasnovas3, A. Escolà3. 1 Grupo de Investigación en Malherbología y Ecologia Vegetal. Agrotecnio-CERCA Center Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria Universitat de Lleida, Lleida. 2 Unitat de Malherbologia del Servei de Sanitat Vegetal, DARP, Generalitat de Catalunya, Lleida. 3 Grupo de Investigación en AgróTICa y Agricultura de Precisión. Agrotecnio-CERCA Center Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria Universitat de Lleida, Lleida.
El cultivo del maíz es, junto con la remolacha, el cultivo extensivo más tecnificado que podemos encontrar en los principales sistemas de regadío en España. La introducción de las primeras variedades híbridas, con el incremento del potencial de rendimiento que supuso y la respuesta a la fertilización nitrogenada, ha incrementado el rendimiento medio del maíz de alrededor de 2.000 kg/ha hasta picos de más de 18.000 kg/ha en parcelas con riego por aspersión bien manejadas. Este incremento en la productividad ha venido asociado, principalmente, a la mejora varietal, al incremento de la fertilización, al manejo de la densidad de siembra y al mejor control de las malas hierbas (Cardwell, 1982). Además, es mucho mayor que el incremento de rendimiento observado en otros cultivos como el trigo.
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