Durante las campañas 2020/21, 2021/22 y 2022/23 se han realizado actuaciones para evaluar el comportamiento de la colza con distintas densidades de siembra y separaciones entre filas. En este artículo se muestran los resultados de estos ensayos realizados en tres localizaciones distintas.
J. Serra Gironella, R. Sayeras Oliveras, E. Ribas Tibau, T. Font Aulinas, M. Boix Paretas, J. Recacha Borrell, J. Santolino Prieto, J. Fañé Bolibar y J. A. Betbesé Lucas. IRTA Programa Cultius Extensius Sostenibles.
J. Serra Gironella, R. Sayeras Oliveras, E. Ribas Tibau, T. Font Aulinas, M. Boix Paretas, J. Recacha Borrell, J. Santolino Prieto, J. Fañé Bolibar y J. A. Betbesé Lucas. IRTA Programa Cultius Extensius Sostenibles.
La colza (Brassica napus L.) es una especie de la familia de las crucíferas, cultivada para la obtención de aceite vegetal, debido al elevado contenido en grasa de sus granos (44-49%). La arquitectura de sus plantas se caracteriza por disponer de un tallo principal, del que parten ramificaciones primarias y de éstas otras secundarias, que normalmente soportan los frutos o silicuas.
Es un cultivo muy flexible, que permite obtener rendimientos satisfactorios con una gran variabilidad en el número de ramas primarias (6-30 ramificaciones primarias/planta) y secundarias (2-25 ramificaciones secundarias/planta). Las variedades híbridas presentan un mayor desarrollo vegetativo, normalmente con un mayor número de ramificaciones.