El objetivo de este trabajo es dar a conocer el comportamiento agronómico, en las condiciones de cultivo del Delta del Ebro, de las últimas variedades de arroz registradas y que están disponibles para los agricultores.
Variedades de arroz registradas en España entre los años 2013 y 2016
Eva Pla, Mª del Mar Català y Núria Tomàs. IRTA Amposta.
El registro de nuevas variedades de arroz ofrece al agricultor la posibilidad de elegir las que mejor se adapten agronómicamente a sus condiciones de campo. En general, se aporta una mejora agronómica en cuanto a un mayor potencial productivo, resistencia al encamado, a las enfermedades, mayor capacidad de ahijado, etc.
Por otra parte, el cultivo de diferentes variedades en una misma zona o territorio refuerza la resistencia hacia enfermedades o plagas. En cambio, si se cultiva una única variedad, resulta más fácil que ésta se comporte de forma sensible al cabo de unos años, debido a la presión ejercida por los patógenos.
Disponer de un amplio catálogo de variedades también ofrece la ventaja de que a cada una de ellas se le pueden atribuir unas cualidades culinarias y/o industriales concretas. En este sentido, se está añadiendo valor al producto y una mayor especialización del cultivo por variedades.
En España cada año se registran nuevas variedades de arroz de distintos obtentores. Para ello, se han tenido que superar los ensayos de la red de valor agronómico de la Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El objetivo de los ensayos de valor agronómico es comprobar que cada variedad que se quiere registrar representa para el conjunto de sus cualidades, una mejora respecto a otras variedades ya registradas. Se llevan a cabo en distintas zonas arroceras de España.
En Cataluña, desde el año 1988, se realizan en la Estación Experimental del Ebro del IRTA, en Amposta. En esta zona, el perfil varietal de los últimos años ha ido variando lentamente. Según el porcentaje de ventas de semilla certificada, desde el año 2006, la variedad más cultivada en el Delta del Ebro es Gleva. Actualmente representa un 31,1% del total, seguida de la variedad JSendra (18,2%) y Guara (11,6%).