Actualmente, en las nuevas plantaciones de almendro ya establecidas en suelos fértiles, con riego y con nuevas variedades (autofértiles y de floración tardía) y con portainjertos aptos para las condiciones de cada suelo y con una gestión agronómica óptima, se están obtenido producciones que superan los 1.500-2.000 kg grano/ha. Con estas buenas perspectivas productivas, y con unas excelentes expectativas comerciales de la almendra, el sector ha empezado a intensificar el cultivo, con la ayuda de nuevos modelos productivos. En este artículo se analiza la viabilidad y rentabilidad de tres modelos productivos distintos.
Nuevos modelos productivos para la intensificación del almendro
M. Maldonado, L.Torguet, R. Girabet, L. Zazurca, G. Martinez y X. Miarnau. IRTA-Programa de Fruticultura.Parc de Gardeny – Edifici Fruitcentre. Lleida.
El almendro es un cultivo típico del Mediterráneo, originario de Oriente Medio, pero que en estos momentos se encuentra distribuido por todo el mundo, Estados Unidos, Australia, América del Sur (Chile y Argentina) y en la mayoría de los países del Mediterráneo.
Aparte de las condiciones agroclimáticas de cada zona, la principal diferencia entre los distintos países radica en el manejo agronómico que se le proporciona. Mientras que, en el Mediterráneo es cultivado principalmente en secano y considerado como un cultivo marginal, en el resto de los países es un frutal de elevados rendimientos. Por ello, debido a estos condicionantes existen elevadas diferencias productivas a nivel mundial.
En estos momentos, España es el tercer país productor del mundo, con un volumen de cosecha que supone el 4% del total mundial, a mucha distancia de California (82%). Australia, con una evolución exponencial, en los últimos años, tanto de superficie como de producción, ha llegado a ser el segundo productor mundial con un 6% de cuota.
Aun así, la producción no está directamente relacionada con la superficie, sino con la eficiencia productiva en cada país. En este sentido, España es el país con más superficie (657.771 ha), seguida por EE.UU (433.000 ha) y por último Australia (39.662 ha) (Almond Board of Califonia, 2019; Australian Almond Board, 2019; MAPA, 2019).
En España, el almendro tiene una gran importancia económica (generando un volumen de negocio de más de 1.000 millones de euros) y social (el cultivo mantiene la población en el territorio y ayuda a la conservación del medio ambiente evitando el abandono de las zonas de secano).
Es un cultivo tradicional, ampliamente difundido por toda la península, especialmente concentrado en las zonas próximas al Mediterráneo (costeras e interiores), Andalucía y en el Valle del Ebro. En estas zonas, el 86% de la superficie de cultivo sigue siendo en secano, y, en muchos casos con secanos duros de menos de 300 mm de lluvia anuales (zonas de Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía). Por tanto, la productividad es muy baja y en muchos casos no supera los 100 kg de grano/ha (MAPA, 2019).