La mancha marrón de las mandarinas causada por el hongo Alternaria alternata está presente en todas las regiones citrícolas españolas donde se cultivan variedades sensibles, como Fortune y Nova. Este patógeno ha conseguido adaptarse al clima Mediterráneo gracias a su capacidad para mantener una disponibilidad continua de inóculo e infectar en condiciones sub-óptimas de temperatura. La gestión integrada de la enfermedad se basa en combinar prácticas agronómicas que favorezcan la ventilación de la parcela junto con la aplicación foliar de fungicidas.
Gestión integrada de la mancha marrón de las mandarinas causada por Alternaria alternata
A. Vicent (1), D.D.M. Bassimba (2) y J.L. Mira (1)
1 Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), Moncada (Valencia).
2 Instituto de Investigação Agronómica (IIA), Chianga, Huambo (Angola).
La mancha marrón es una enfermedad fúngica de los cítricos que afecta a la mandarina Dancy y la mayoría de sus híbridos cultivados, como Fortune, Nova y Minneola. Otras variedades como Murcott, Emperor y Ponkan también son sensibles a la enfermedad. La mancha marrón está ampliamente distribuida en las áreas citrícolas de clima húmedo como Florida, Brasil o Argentina, con pluviometrías superiores a los 1.500 mm anuales, y también en zonas semiáridas como Sudáfrica, Irán y la cuenca mediterránea, con pluviometrías generalmente inferiores a 500 mm.
En España, la mancha marrón se detectó por primera vez en 1998 en una parcela de Fortune en Valencia. En unos pocos años se extendió a otras provincias y actualmente está presente en todas las regiones citrícolas donde se cultivan variedades susceptibles (Timmer et al., 2003; Vicent et al., 2004).