De acuerdo a los principios de la Gestión Integrada de Plagas, una buena planificación inicial del cultivo es una de las ventajas que agricultores y asesores pueden aprovechar para minimizar los daños que se puedan producir durante el ciclo vegetativo. Veamos a continuación algunos aspectos prácticos relacionados con los principios de la GIP.
Gestión integrada de plagas en patata
Carlos Mansanet Perea. Consejería de Medio Rural y del Mar. Xunta de Galicia.
La superficie de patata cultivada en España ha ido decreciendo progresivamente en los últimos años, pasando de las 110.000 hectáreas cultivadas en el año 2002 a las 72.000 ha que se cultivaron en el año 2015, con una producción de algo más de 2,5 millones de toneladas. Esta dinámica negativa afecta igualmente al conjunto del territorio de la UE, donde la superficie de producción se redujo un 44% entre el año 2000 (3,65 millones ha) y el año 2010 (2 millones ha).
Pese a este declive ocupa uno de los primeros lugares en superficie agrícola cultivada tanto en España como en la mayor parte de los países de la UE, alcanzándose cada año mayores rendimientos por hectárea, debidos a una continua especialización en el manejo del cultivo por parte de los productores.
Esta especialización ha supuesto también un incremento de la intensidad de daños por plagas y enfermedades, con el consiguiente aumento del uso de productos fitosanitarios. Por otra parte, además de las patologías típicas del cultivo, surge la amenaza de nuevas plagas y enfermedades presentes en otros continentes e introducidas recientemente en nuestras latitudes.
Un profundo conocimiento del cultivo por parte de los productores y un eficaz asesoramiento en técnicas que contemplen los principios de Gestión Integrada de Plagas, contribuirán a obtener unas producciones rentables al mismo tiempo que minimizarán tanto los daños producidos por patógenos sobre el cultivo como la sobreexposición de los agricultores y del medio ambiente a los productos fitosanitarios. Sin embargo, la intensificación a la que se ve sometido este cultivo dificulta en muchos casos la ejecución de prácticas acordes a criterios de GIP.