La rincosporiosis o escaldado (Rynchosporium commune) es la enfermedad que provoca mayores daños en el cultivo de la cebada a igualdad de síntomas respecto a otras enfermedades foliares de origen fúngico. Ha experimentado un aumento en estos últimos años hasta el punto de ser considerado uno de los problemas críticos en la producción de cebada en nuestras condiciones de cultivo. Este artículo pretende profundizar en la identificación de los síntomas y el conocimiento de su ciclo.
La rincosporiosis de la cebada, identificación de síntomas y conocimiento de su ciclo
Jaume Almacellas Gort (1) y Antoni López Querol (2)
1. Servicio de Sanidad Vegetal DAAM – Generalitat de Cataluña.
2. Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).
La rincosporiosis de la cebada es una enfermedad común en áreas semihúmedas de Norteamérica, Sudamérica, África, Europa, Oriente Próximo, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelanda. En Europa es conocida en todos los países productores de cebada. De todas las enfermedades foliares, la rincosporiosis es quizás la menos conocida, ya que su progresión en España con caracteres epidémicos ha sido relativamente reciente. Es, sin embargo, una de las más agresivas, puesto que a igualdad de intensidad de síntomas respecto a otras enfermedades, como el oídio o la helmintosporiosis, provocará mayores daños y pérdidas en el cultivo.
La rincosporiosis suele afectar principalmente el cultivo de la cebada pero también puede atacar el centeno y el triticale, así como algunas gramíneas propias de pastos o silvestres, como las de los géneros Agropyron, Bromus, Dactilis, Lolium, Phleum y Hordeum.
Como problema fitosanitario, es conocido y extendido por todas las zonas templadas del planeta y se considera una de las enfermedades importantes del cultivo de la cebada, sobre todo en los países de latitudes más frías y húmedas. En el Reino Unido, en la zona europea de Rusia y en la costa pacífica del nordeste de los Estados Unidos, principalmente en California, suele ser un problema fitosanitario de primera magnitud y a tener muy en cuenta por las pérdidas económicas que provoca muchos años.