Los márgenes de cultivos pueden entenderse como la franja de vegetación no cultivada adyacente a los mismos. Tradicionalmente, los márgenes de cultivo han servido para delimitar las parcelas bien de los campos colindantes, de carreteras o de otros usos del suelo. Pero su función es mucho más amplia ya que tienen un papel ecológico muy importante dentro del agro-ecosistema. Los márgenes suelen contener una alta biodiversidad, mayor que la que se encuentra dentro de los campos. Esto les otorga un claro valor como elemento de conservación de la biodiversidad agraria en línea con la actual Política Agrícola Común (PAC).
Los márgenes de los cultivos y las malas hierbas
Yesica Pallavicini, Eva Hernández Plaza y José Luis González-Andújar. Instituto de Agricultura Sostenible (CSIC). Córdoba.
La existencia de márgenes beneficia a la flora espontánea y a la cadena trófica asociada a ella, lo que a su vez puede revertir en beneficios para los agricultores. Por ejemplo, distintos polinizadores como abejas, abejorros y mariposas encuentran una fuente de néctar y polen en la flora de los márgenes de cultivo.
La vegetación de los márgenes también sirve de refugio a insectos que pueden ser plagas de cultivos (ej. pulgones) pero a su vez también acoge a los propios enemigos naturales de estos insectos (ej. mariquitas) (Marshall et al., 2002). Distintas especies de roedores encuentran en los márgenes de cultivo refugio, alimento y, en muchos casos, estas franjas constituyen un corredor por donde se trasladan de un sitio a otro. Los márgenes de cultivos también tienen una función de conservación cinegética ya que aves como la perdiz, se refugian, alimentan y construyen sus nidos en los mismos (Vickery et al., 2002).
Los márgenes de cultivos, además de ser beneficiosos para diferentes especies, también cumplen un papel ambiental muy importante como el de evitar la deriva de herbicidas y fertilizantes hacia el cultivo adyacente, caminos o cursos de agua (Cordeau et al., 2010).