¿Por qué debemos tener en cuenta la resistencia a los fungicidas? ¿Cuáles son las razones por las que los técnicos y especialistas en el tema insistimos siempre en este concepto? Este artículo pretende aportar algunas respuestas a estas y otras preguntas que los gestores de una explotación frutal se hacen cuando dialogan con sus asesores. En la primera parte se analiza cómo es el proceso de generación de resistencias, la clasificación y modos de acción de los fungicidas, los patógenos con mayor riesgo de presentar resistencias y la situación actual en frutales. En un segundo artículo se tratará el manejo de estas resistencias, aportando algunos ejemplos prácticos que afectan directamente a los frutales.
Manejo de los fungicidas en cultivos frutales para evitar resistencias
Jaume Almacellas Gort. Servicio de Sanidad Vegetal – DARP – Generalitat de Cataluña.
¿Qué debemos hacer ante la aparición de poblaciones resistentes en nuestras parcelas? ¿Cómo debemos actuar ante una sospecha, aunque no comprobada, de que tengamos resistencias en nuestra explotación? ¿Cuál debe ser el camino a seguir en el uso de fungicidas teniendo en cuenta un manejo adecuado para evitar la generación de resistencias? Intentamos dar una breve respuesta a estas preguntas y lo ilustramos con algunos ejemplos.
Las recomendaciones o pautas a seguir que incluimos aquí son las expresadas por el FRAC y aceptadas por la comunidad científica competente sobre este tema, además de ser aceptadas y consensuadas por los técnicos y expertos de este ámbito. Todos ellos coinciden en que las recomendaciones sobre manejo de las resistencias deben ser las siguientes:
1. Seleccionar la estrategia más oportuna para el control de la enfermedad en cada momento.
2. Recurrir al uso de fungicidas únicamente en casos justificados.
3. Seguir en todos los casos las recomendaciones del fabricante y contar con un asesoramiento adecuado.
4. Utilizar mezclas o alternancias de al menos tres materias activas con distintos mecanismos o modos de acción. No basta con que pertenezcan a grupos químicos diferentes pues, como ya hemos visto, puede existir resistencia cruzada entre ellos. Todos los productos así empleados deben ser compatibles con el cultivo.
5. Limitar el uso de fungicidas con un riesgo elevado de desarrollar resistencias.
6. Efectuar tratamientos, cuando sea posible, en las fases tempranas de la enfermedad.
7. Tomar las debidas precauciones a la hora de aplicar el producto, tanto a nivel del aplicador como del medio ambiente.
Podríamos continuar las recomendaciones descendiendo a nivel de cada grupo químico FRAC, pero no es el objetivo de este artículo. Para ello recomendamos la lectura de Almacellas y Sánchez (2013), artículo en el que existe un mayor detalle o bien las recomendaciones de la misma página web del FRAC, solamente en inglés, donde se pueden encontrar muy pormenorizadas y con todo el detalle todas las recomendaciones que han sido posibles teniendo en cuenta los conocimientos técnicos actuales.
Debemos señalar que a nivel de los países con una fruticultura avanzada, todos los programas de control de enfermedades en el contexto del MIP (o IPM) tienen en cuenta el manejo de resistencias a fungicidas en sus recomendaciones, y proporcionan la información necesaria y conveniente para que los fruticultores o sus asesores puedan gestionar las explotaciones desde este punto de vista.