El diseño de la plantación, la elección de la variedad y el control de plagas y enfermedades son los aspectos principales que determinan el éxito o el fracaso de una explotación frutícola ecológica. En este artículo se exponen diferentes herramientas de producción basadas en los resultados de la investigación llevada a cabo en los últimos diez años en el IRTA.
Manzanos en agricultura ecológica, una opción para diferenciarse
G. Alins (1), S. Alegre (1), L. Batllori (3), J. Carbó (2), L. A. Escudero-Colomar (2), I. Iglesias (1), J. Lordan (1), M. Vilajeliu (2), P. Vilardell (2).
1 IRTA, Parc científic i Tecnològic Agroalimentari de Lleida.
2 IRTA-Estació Experimental de Mas Badia, Girona.
3 Servei de Sanitat Vegetal, DAAM.
La primera decisión importante a la hora de iniciar una nueva plantación es la elección de la variedad a plantar ya que la rentabilidad depende, en gran medida, de su adaptación al medio y de su dependencia de insumos. Dicha elección condiciona diferentes aspectos agronómicos tales como la poda y la formación de los árboles, el aclareo, los problemas fitosanitarios y la época de cosecha.
A nivel mundial, las variedades más cultivadas bajo la normativa de producción integrada y convencional son las de los grupos Gala, Red Delicious, Golden y Fuji; todas ellas susceptibles, en mayor o menor grado, a plagas y enfermedades (Iglesias et al., 2009). Su uso en producción ecológica aumenta el riesgo de pérdidas económicas ya que las técnicas de control fitosanitario disponibles bajo esta normativa, no siempre alcanzan los niveles de eficacia que las utilizadas en agricultura convencional o integrada. Por este motivo, en producción ecológica, el uso de variedades resistentes es la primera decisión importante que se debe tomar.