El catálogo de bioestimulantes en el olivar es cada vez más amplio, como ocurre con el resto de cultivos. El objetivo de este artículo es ofrecer una panorámica amplia de la actualidad de estos productos que, dado el desarrollo e incorporación de los mismos al cultivo, no pretende ser exhaustiva. En próximos números de Vida Rural se analizará con detalle cada uno de los grupos que se citan en este artículo y sus usos en el cultivo del olivo.
Manuel Ruiz Torres. Laboratorio de Sanidad Vegetal de Jaén.
Manuel Ruiz Torres. Laboratorio de Sanidad Vegetal de Jaén.
Este tipo de formulaciones están cada vez más acreditadas y pueden ser un complemento interesante en la sanidad vegetal aunque se insiste desde los propios fabricantes en que no tienen una función directa de control o protección de plagas, enfermedades y malas hierbas, pues de lo contrario deberían ser considerados productos fitosanitarios.
No son productos milagro, y por tanto no se les puede exigir lo que a veces unas malas condiciones agronómicas o una meteorología adversa le niegan al cultivo, pero pueden ayudar a contrarrestar el efecto de muchas situaciones estresantes para la planta y en no pocas ocasiones, marcar la diferencia entre la rentabilidad o la pérdida. En otros cultivos más intensivos y actualizados tecnológicamente, como pueden ser los hortícolas, el empleo de productos bioestimulantes es más popular y en el olivar empiezan a hacerse un hueco entre los insumos empleados por los agricultores.