Para evaluar el efecto de la aplicación de fósforo en condiciones de campo representativas del cultivo de olivar de riego, se estableció en 2015 un trabajo experimental en una plantación de olivar intensivo (286 olivos/ha) de dieciocho años de edad de la variedad Hojiblanca en pleno desarrollo, situada en la comarca de Estepa. En este artículo se muestran los resultados obtenidos.
Victorino Vega, Javier Hidalgo, Daniel Pérez, Ana Leyva y Juan Carlos Hidalgo. IFAPA. Centro Alameda del Obispo. Córdoba.
Victorino Vega, Javier Hidalgo, Daniel Pérez, Ana Leyva y Juan Carlos Hidalgo. IFAPA. Centro Alameda del Obispo. Córdoba.
La fertilización es una práctica ampliamente utilizada en la producción agraria con la finalidad de aumentar o mantener la cantidad y calidad de las producciones de los cultivos, así como para corregir estados nutricionales que pueden estar limitando las mismas. El olivar no es una excepción, y los aportes fertilizantes están generalizados tanto en condiciones de secano como riego, si bien, en ocasiones, las cantidades, composiciones y momentos de aplicación están sujetos a criterios personales o tradiciones totalmente arbitrarios sin base técnica.
El fósforo (P) es uno de los dieciséis nutrientes esenciales para las plantas. Junto al N, K, Ca, Mg y S es requerido en grandes cantidades (macronutriente) y cumple con una serie de funciones fisiológicas relacionadas principalmente con las transformaciones e intercambio de energía. Interviene en una serie de procesos como la división y desarrollo celular, la fotosíntesis, la respiración y el almacenamiento y transferencia de energía. Además, juega un papel importante en la inducción y primeras etapas de crecimiento del sistema radicular.