La cereza ha sido y continúa siendo uno de los productos de temporada más atractivos y demandados por el consumidor. Su rentabilidad en las actuales condiciones está garantizada, estimándose que el crecimiento de la producción de cerezas durante los próximos años será inferior a la demanda de los mercados por la creciente población y la clase media que tendrá acceso a este producto, incrementando la demanda del producto y por tanto el precio y la rentabilidad del cultivo.
Producción, comercialización, mercado y oportunidades de la cereza
Jesús Alonso Sánchez. Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (CSIC). Madrid.
Sin embargo, el mantenimiento de la calidad de un producto extremadamente perecedero como la cereza, plantea desafíos en cada uno de los agentes de la cadena de suministro, desde el productor hasta el detallista.
La producción mundial de cerezas ha experimentado un crecimiento lineal en las últimas décadas, pasando de 1,3 millones de toneladas en 1961 hasta la producción de 2,2 millones de toneladas en 2009 en un área de producción de 381.482 hectáreas. Durante la última década (2000-2009), la producción media anual de cerezas ha sido de 1,85 millones de toneladas.
El 97% de la producción mundial se concentra en el Hemisferio Norte, mientras que el Hemisferio Sur solo produce el 3%, procedente principalmente de Chile, Argentina, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Por continentes, puede observarse cómo la producción asiática representa el 43% de la producción mundial (incluyendo Turquía).
Europa representó el 37% de la producción anual del trienio 2007-09, siendo Italia, España y la Federación Rusa los principales países productores. Cabe destacar el bajo rendimiento de las explotaciones europeas, 3.845 kg/ha, debido a elevados porcentajes de áreas de cultivo tradicionales y en secano.