La septoriosis es una de las enfermedades más importantes en el cultivo del trigo, por no decir la más importante en muchas zonas productoras del mundo. Es también una de las más conocidas y fácilmente reconocibles, aunque existen errores de identificación frecuentes que provocan como consecuencia un control deficiente de la enfermedad, aspecto que se trata en este primer artículo, dejando para un segundo artículo las estrategias adecuadas para un correcto control de este problema.
Reconocimiento e importancia de la septoriosis del trigo
Jaume Almacellas Gort (1) y Antoni López Querol (2)
1. Servicio de Sanidad Vegetal DAAM – Generalitat de Cataluña
2. Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA)
La septoriosis es una enfermedad que afecta primordialmente el cultivo del trigo pero en las diversas formas especializadas del patógeno también puede afectar a triticale, avena, cebada y algunas otras gramíneas como Agrostis spp. y Poa spp. Es una enfermedad común a nivel mundial, llegando a ser con frecuencia un factor limitante de la producción, con pérdidas medias del 30% al 50%. En ciertas zonas de cultivo de América del Norte y el sur del Brasil se han señalado episodios con pérdidas devastadoras.
Septoriosis o septoria es el nombre comúnmente aplicado a esta enfermedad, aunque seca (en el caso de la cebada), pardeado, mancha foliar, tizón foliar y tizón de la gluma pueden ser también denominaciones que se encuentren en la literatura de habla hispana para este complejo asociado a organismos patógenos muy similares que infectan diferentes especies de cereal. En la nomenclatura anglosajona se denomina Septoria leaf, Septoria leaf blotch y, cuando se producen infecciones en espiga, Glume blotch.
Como problema fitosanitario se considera uno de los factores condicionantes de la producción de trigo cuando las condiciones climáticas durante el ciclo del cereal son sobre todo lluviosas, puesto que éste es el factor determinante que contribuye a la dispersión (junto al viento), a la producción de nuevas infecciones, al desarrollo epidémico y a las pérdidas de producción y de calidad del grano en el momento de la cosecha.