Las malas hierbas constituyen una seria amenaza biológica, capaz de causar importantes pérdidas económicas en la agricultura. A nivel mundial, existen estimaciones que indican que estas infestantes causan unas pérdidas potenciales en los cultivos de un 34%, muy superiores a las causadas por plagas de insectos (18%) o por patógenos (16%). Aunque en España no existen estimaciones de este tipo, sí que existen datos que indican que el consumo de herbicidas es claramente superior al de otros productos fitosanitarios. Dada la gran relevancia de este problema, deberíamos detenernos a analizar con un poco de detalle la problemática actual y las perspectivas.
Situación actual del control de malas hierbas: problemática y perspectivas futuras
César Fernández-Quintanilla. Instituto de Ciencias Agrarias (CSIC).
Como es lógico, esta problemática está muy condicionada por la situación general del sector agrario. En este sentido, nos encontramos con situaciones muy diversas dependiendo del cultivo y de la zona que se trate. No es lo mismo la agricultura de secano del interior peninsular que la horticultura extensiva del sureste. No es lo mismo la agricultura productivista que la ecológica. Pero todas tienen algo en común: unos precios muy fluctuantes y en ligero ascenso para los productos agrarios y un incremento bastante más rápido y constante en los costes de los insumos (combustibles, fertilizantes, fitosanitarios).
Otra característica en común, dentro de Europa, es una PAC cada vez más cicatera en lo referente a subvenciones y más preocupada por los aspectos medioambientales. El resultado neto de estos factores es, por una parte, unos sistemas de producción más eficientes. Los agricultores tratan de producir más con menos. Y, frecuentemente, lo consiguen. Por otra parte, nos encontramos con un menor peso de las fuerzas del mercado y una mayor dependencia de las decisiones políticas.