Algo sorprendidos y con cierta alegría contenida, los viticultores comprueban que los precios de uvas y vinos en origen han subido fuertemente en los últimos meses pero, hasta tal punto, que generan dudas sobre si tal bonanza se podrá mantener en el tiempo o no. Lo que, de entrada, deriva en algo muy positivo: un nuevo y creciente interés por parte de todo el sector sobre la posible evolución de los mercados.
Un buen año para la viticultura, pero ¿durará?
Rafael del Rey. Director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Todos, desde los suministradores de productos, plantas y materiales para la producción y hasta el comercial en contacto directo con el consumidor o el distribuidor, dependemos de cómo se vendan nuestros vinos, y de cómo se paguen. De ahí que, al mismo tiempo, esta situación de satisfacción en la producción coincida con gran preocupación en el lado de los comercializadores.
Que los precios en origen han subido es algo que nos muestra con cierta claridad la Semana Vitivinícola en sus datos sobre precios en la región central. Lo han hecho con mucha fuerza al inicio de la campaña y parece que ya vienen relajándose algo desde el mes de noviembre.
