La picadora de forraje autopropulsada es la máquina estrella de las explotaciones forrajeras. Sin embargo, en España, su cuota de mercado es muy pequeña por lo que para algunos son unas grandes desconocidas. En este artículo se pretende dar una visión técnica de las mismas analizando la tecnología que incorporan.
Una mirada técnica a las picadoras de forraje autopropulsadas
F. Javier García Ramos. Escuela Politécnica Superior de Huesca
Las picadoras de forraje autopropulsadas, también conocidas como cosechadoras de forraje, son máquinas de gran capacidad de trabajo, que incorporan tecnología avanzada y por lo tanto constituyen un perfil de máquina muy específico y de elevado coste. Además, requieren de la existencia de grandes explotaciones de cultivos forrajeros para poder amortizar su precio de adquisición. Su principal objetivo es el picado de forraje para ensilado, aunque también se pueden utilizar en procesos de deshidratado y alimentación en verde.
Si nos fijamos en la evolución del registro de cosechadoras de forraje autopropulsadas desde el año 2006 en España, veremos un valor promedio de 21 máquinas inscritas por año en dicho periodo. La mayoría de estas máquinas se ubican en el norte de España y muy especialmente en Galicia que ha representado el 44% de las inscripciones durante el periodo 2006-2013.
En lo referente a fabricantes de equipos, básicamente son cuatro los que acaparan el mercado nacional: Claas, New Holland, John Deere y Krone. Entre ellos, Claas y New Holland han acaparado más del 80% de la cuota de mercado durante los últimos cinco años. Por lo tanto se trata de un mercado muy limitado y ligado a grandes fabricantes de maquinaria agrícola a nivel mundial.