Por unas cosas u otras lo cierto es que no se vive una campaña citrícola normal y sin demasiados sobresaltos en la Comunidad Valenciana. Adversidades climatológicas por un lado, efectos de la bacteria E. coli por otro, aumento de las importaciones, y hasta un largo etcétera que afectan en la pérdida de la renta de los citricultores año tras año. Según la organización profesional agraria Unió de Llauradors durante esta campaña el precio que han percibido los agricultores es un 26% más bajo que la anterior y los citricultores han dejado de ingresar en los últimos ocho años más de 200 millones de euros al bajar las cotizaciones.
Una nueva campaña citrícola muy condicionada por las heladas en la Comunidad Valenciana
Josep Sanchís. Periodista.
Esa merma de ingresos se nota después en el abandono de explotaciones citrícolas. Según datos del Ministerio de Agricultura en el transcurso de los últimos ocho años se dejaron de cultivar unas 25.000 hectáreas de cítricos en la Comunidad Valenciana –el 13% de la superficie total–, de las que 14.000 corresponden al último año. Todas estas circunstancias han confluido en las marchas verdes de protesta que ha organizado la otra organización mayoritaria AVA-Asaja para expresar el malestar de los agricultores ante la situación que viven.
Precisamente la climatología es uno de los factores que influirá en la previsión de la cosecha de cítricos de la Comunidad Valenciana para la campaña 2011-2012. La producción prevista era de 3.168.550 toneladas, lo que equivalía a un descenso del 9,8% respecto al ejercicio anterior, según las estimaciones que realizó en su día la Consejería de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua.